Lorenzo Silva presenta sus libros del confinamiento: DIARIO DE LA ALARMA y la novela de PATRICIA KAL, de digital a papel.

DOS LIBROS PARA EL OTOÑO
DOS CONFINAMIENTOSLORENZO SILVA PRESENTA LA EDICIÓN EN PAPEL DE DIARIO DE LA ALARMA
Los primeros cincuenta días del confinamiento  en nuestro país por la COVID-19

Y TE IRÁS DE AQUÍ
Una historia de amor, un regalo a sus lectores en tiempos de pandemia.

«Nos aguardan un otoño y un invierno difíciles. Leyendo lo serán menos. Si en su transcurso a alguien le sirven de algo estos dos libros escritos en el primer confinamiento, benditos sean y habrá valido la pena el trabajo de escribirlos y hacerlos existir.El confinamiento anterior lo enfrenté echando mano del remedio que hace décadas aprendí que mejor me funciona para darles un sentido al encierro y a la soledad: los libros. Me dediqué a leer los de otros, acabé escribiendo uno sobre la propia experiencia de la cuarentena, en forma de diario, y regalando otro que tenía escondido por ahí, por no poner sobre él mi nombre e intentar que llevara una existencia independiente. No porque me avergonzara de él, que no me avergüenzo en absoluto, sino para dejar que el lector se enfrentara al texto sin el estorbo de mi presencia.

Aquellos dos libros, como las circunstancias imponían, tuvieron formato digital. El primero, que titulé Diario de la alarma, se publicó en mi blog, día a día, a medida que iban progresando sus anotaciones. El segundo, que ya se titulaba Y te irás de aquí, se difundió gratuitamente, como libro electrónico.

En lo que atañe al Diario de la alarma es la primera vez que doy a la imprenta un texto diarístico. Como indico en el prólogo, la atracción que siento por la ficción y las historias ajenas me ha hecho siempre muy difícil mantener un diario, del que tendía inexorablemente a desconectarme dado lo anodino de mi peripecia vital.

Sin embargo, la circunstancia anómala de la alarma y el confinamiento me llevó a probar y a encontrar en la redacción de un diario un aliado para soportar el encierro; incluso para evadirme de él, a través de la lectura y la reflexión sobre lo leído y sobre el resto de los acontecimientos exteriores e interiores, con la que fui entretejiendo sus páginas. Por este libro pasan Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Epicteto, Joseph Roth, José Luis Sampedro, Mika Waltari, Ángel Ganivet o Rainer Maria Rilke, pero también Luis Eduardo Aute o Leonard Cohen. Con sus voces y algunas otras, y con las que me iban llegando a través de las pantallas y las conexiones digitales que a todos nos mantuvieron unidos al mundo, en algún caso mucho menos lúcidas y profundas, se alimenta este soliloquio que al publicarlo propongo como conversación y espero que paliativo a este nuevo confinarnos.

Por lo que toca a mi novela del confinamiento, Y te irás de aquí, se publica ahora en papel con el mismo seudónimo que su edición digital homónima: Patricia Kal. En su día dije que iba a lastrar lo menos posible su travesía con el bulto de mi persona.

Digamos que era un experimento, y también una necesidad. La de confrontar a los editores primero, y a los lectores después, con una novela que fuera sólo el texto, sin ninguna indicación acerca de la persona que lo escribió, más allá de su lugar de nacimiento. Quería despojar a la historia de la losa de la autoría, que en mi caso es una marca ya consolidada y por tanto fuente de todo tipo de prejuicios, tanto positivos como negativos.

Pero hubo un día en que decidí revelar el secreto y renunciar al experimento. ¿Por qué? Sucedió algo que lo cambió todo en nuestras vidas. De pronto mi experimento personal me pareció muy poca cosa, incluso algo ligeramente fuera de lugar. Tenía algo que regalar a mis conciudadanos, y eso valió más que mi tentativa de desaparición.

Creo que han quedado hermosos, y es una alegría para mí dar la noticia de su llegada a las librerías.»