El espectro de Aleksandr Wolf de Gaito Gazdánov

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No fueron pocos los exiliados rusos que recalaron en el París de los años veinte tras el hundimiento del antiguo régimen, un sistema caduco sustituido por un nuevo orden incompatible con sus principios y valores. Gaito Gazdánov llegaría en 1923, después de combatir como voluntario del Ejército Blanco en el que se alistó con tan solo dieciséis años, incorporándose a la activa comunidad cultural rusa. Obligado a compatibilizar sus intereses literarios con diversos empleos alimenticios, trabajó como taxista nocturno durante más de veinte años, reflejando sus experiencias en ‘Caminos nocturnos’, uno de sus textos traducidos al castellano. Ahora se reedita ‘El espectro de Aleksandr Wolf’ en la nueva versión de Maria García Barris, un texto dominado por la experiencia bélica y periodística de su autor, que combina la inquietante intriga de su argumento con la angustia existencial de sus personajes.

La habilidad de Gazdánov para atrapar al lector queda patente desde el impresionante comienzo de la narración: al quedar rezagado durante la marcha de su destacamento de caballería, un adolescente es derribado de su montura por uno de sus perseguidores, al que abate de un disparo cuando se aproximaba para rematarle. El joven huye en el caballo de su víctima dándole por muerto, y cargando desde entonces con una culpa injustificada pero tenaz. Una vez en París llegará a sus manos un libro de título premonitorio, ‘Vendré mañana’, uno de cuyos relatos describe con todo detalle aquella terrible experiencia, impeliendo al narrador a buscar información sobre su autor: Aleksandr Wolf. Pero solo será la casualidad de un encuentro imprevisto en un restaurante parisino, la que le permitirá entrar en contacto con un amigo del misterioso escritor.

A través de aquel sabrá que ambos formaban parte de una partida de jinetes bajo el mando de un aventurero revolucionario de tendencias anarquistas, y que el carácter destructivo de su compañero de fatigas acabó con las ilusiones de felicidad que había puesto en su relación con una joven. Convencido de que vive una prórroga al final de la cual le espera una muerte tan solo aplazada, el pesimismo existencial de Wolf contamina, así, a los que le rodean.

Los personajes sobre los que se sustenta el relato, el narrador, su desconcertante amante y el propio Wolf, comparten una duplicidad de carácter que les hace oscilar entre las inquietudes intelectuales y el deseo físico de aventura, un desdoblamiento que los vincula y les anima a buscarse en la esperanza de encontrar respuestas a su desequilibrio o, al menos, la compañía de un igual. Ese ánimo inconstante conducirá al narrador a dedicar sus esfuerzos al periodismo en lugar de a la literatura, permitiendo a Gazdánov deslumbrar al lector con las pertinentes descripciones de una velada de boxeo o de los peligros del mundo del hampa, ejemplos de ese lado salvaje al que no pueden sustraerse los protagonistas.

Incide también Gazdánov, a través de aquellos, en el desconcierto que produce constatar que un acto fortuito puede determinar por completo una vida; o que esta, siempre frágil y expuesta a un azaroso final, puede adquirir todo su sentido a la luz de esos instantes últimos. Por eso el narrador, conocedor del desenlace de la historia, mientras administra las sorpresas va dotando de significado los hechos casuales que describe, presentándolos como dictados por un destino avieso que tanto puede imponer una muerte definitiva como conceder un momento de felicidad.

Escrita a finales de los cuarenta, tras el paso de su autor por la Resistencia francesa, la novela de Gazdánov viene a ser un estudio psicológico de ciertas cicatrices traumáticas que la violencia de los conflictos bélicos imprime en sus participantes, las que produce el poder que estos tienen sobre la vida de sus víctimas y que los convierte en asesinos potenciales. Aunque ‘El espectro de Aleksandr Wolf’ brilla especialmente por la destreza descriptiva y el certero uso del lenguaje con los que su autor impone un ritmo a la narración imposible de eludir por el lector.

Reseñado por Rafael Martín

Escrito por Gaito Gazdánov


Gaito Gazdánov (San Petersburgo, 1903   Múnich, 1971) fue escritor y periodista. En 1923 se exilió a París y en 1947, tras su participación en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, se le concedió la nacionalidad gala. Desde los años cincuenta ejerció de periodista en Múnich. Escribió más de treinta relatos, un buen número de artículos y ensayos y diez novelasvetadas en Rusia hasta la Perestroikade las cuales El espectro de Aleksandr Wolf es sin duda una de las más célebres.

Ficha técnica

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Traducción: Maria García Barris

Páginas: 152 Precio: 14.00 €

Un hombre encuentra casualmente en un volumen de relatos un cuento que narra con exactitud el episodio más amargo de su vida: el asesinato de un soldado enemigo. Pero no es el recuerdo lo que lo inquieta, sino el hecho de que el narrador sea su víctima: está leyendo un relato cuyo autor sólo puede ser un hombre muerto. Así comienza la extraña búsqueda del elusivo escritor Alexander Wolf. Esta excepcional novela de carácter psicológico se nos muestra como una reflexión sobre la ambigüedad de los avatares de la vida: el amor, el azar o incluso la muerte pueden ser la perdición o la redención.